El Líder actual y el futuro, no sólo tiene que contar con habilidades técnicas, necesita de habilidades que trasciendan, que no queden obsoletas ante el paso del tiempo.
El Líder debe poder inspirar a sus colaboradores, debe poder transmitir el propósito del trabajo que hacen, más allá de la dinámica estresante del día a día.
Adaptabilidad, empatía, pensamiento crítico, diversidad, capacidad de escucha y de influenciar, paciencia, flexibilidad, colaboración, agilidad y resiliencia. Se destacan como artes que se deberán dominar para poder generar un liderazgo trascendente.
Estas habilidades son fundamentales para lograr entender a cada individuo y así saber qué fibras tocar para que cada colaborador se comprometa, para que brinde lo mejor de sí, para que haga esa “extra mile”. Eso genera el diferencial, el valor agregado, que hará que una organización sea exitosa y trascienda.
Pero el Camino del Líder no termina aquí…ya se están viviendo nuevos desafíos, que exigen aún más al Líder.
CONTINUARÁ…